La inteligencia artificial está causando sensación últimamente por una buena razón: su poder se ha aprovechado para transformar nuestra forma de vivir, pensar e interactuar con los demás. Sin embargo, al convertirse en una herramienta tan potente, sus usos se han expandido rápidamente; es probable que haya usos de la IA de los que aún ni hayas oído hablar. Tardaríamos un siglo en repasarlos todos, así que hemos decidido dividirla en cuatro áreas principales: máquinas reactivas, de memoria limitada, teoría de la mente y autoconciencia.
¿Qué significa cada una? ¿Cuáles son sus similitudes y diferencias? ¿Cómo usamos cada una a diario? Respondemos a estas y muchas más preguntas.
Inteligencia artificial: ¿qué es?
Básicamente, la inteligencia artificial hace referencia a la teoría y el desarrollo de sistemas informáticos que puedan realizar tareas habitualmente reservadas a los humanos porque requieren de inteligencia humana. Puede adoptar muchas formas, pero las más comunes son la percepción visual, el reconocimiento del habla, la toma de decisiones y la traducción de idiomas.
¿Y cómo funciona? Vamos a intentar simplificarlo: la IA imita los procesos de toma de decisiones humanos utilizando datos en tiempo real para simular una respuesta humana a una situación. Suena similar a la automatización, pero existe una diferencia clave: aunque ambos utilizan la entrada de datos para indicarle a la máquina qué hacer, la automatización es limitada porque simplemente repite la tarea que se le ha encomendado, independientemente de los errores o áreas de mejora. Por otro lado, la inteligencia artificial puede utilizar datos en tiempo real para reconocer errores y realizar ajustes para evitarlos en el futuro.
Las ventajas de la inteligencia artificial
Lo que acabamos de describir es genial, ¿verdad? Pues esa no es la única ventaja que la IA nos ofrece. Veamos unas cuantas más:
La inteligencia artificial ayuda a mejorar la toma de decisiones: la toma de decisiones empresariales es infinitamente más fácil gracias a la inteligencia artificial; la IA puede predecir varios resultados basados en soluciones propuestas, lo que permite a las empresas anticipar diversas posibilidades y tomar la mejor decisión.
La inteligencia artificial simplifica el proceso de investigación: la IA es capaz de recopilar, ordenar y extraer conclusiones a partir de grandes conjuntos de datos, una tarea que puede prolongarse bastante si la realiza un humano. Mediante la IA, los científicos de datos pueden tomar decisiones fundamentadas en mucho menos tiempo.
La inteligencia artificial carece de las limitaciones humanas típicas: uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los humanos es el sesgo; los sesgos inconscientes se filtran incluso en el trabajo del científico de datos más cualificado. La IA no presenta estos sesgos y, cuando recibe datos limpios, puede tomar decisiones realmente imparciales.
La inteligencia artificial gestiona tareas cotidianas: muchos trabajos y tareas basados en datos son bastante repetitivos y tediosos; la IA puede automatizar estas tareas y permitir que los científicos de datos se centren en cosas más importantes.
Usos de la inteligencia artificial en la vida diaria
Los ejemplos más notables de inteligencia artificial son los coches que se conducen solos y los chatbots con los que se puede mantener una conversación, pero lo cierto es que la inteligencia artificial está en todas partes.¿Quieres pruebas? Sigue leyendo:
Tecnología de reconocimiento facial: ¿alguna vez has desbloqueado el móvil solo con tu cara? ¿O has iniciado sesión en la app del banco usando la tecnología de reconocimiento facial? Todo se lo debes a la IA, que escanea tu rostro para verificar tu identidad.
Recomendaciones en redes sociales: ¿te preguntas cómo sabe tu móvil que te encanta ver vídeos de gatitos? Resulta que la IA puede ofrecerte recomendaciones a partir de tus datos de búsqueda y visionado.
Sugerencias ortográficas/gramaticales: escribir algo y que la palabra que planeas insertar a continuación aparezca justo delante como por arte de magia es genial. ¿Por qué pasa esto? Lo has adivinado: es cosa de la inteligencia artificial. Aquí, la IA utiliza datos de procesamiento del lenguaje natural para recomendar palabras/correcciones basadas en información recopilada previamente.
Las cuatro áreas principales de la IA
Ahora que ya sabes qué es la IA y cómo ayuda a las personas con sus tareas, profundicemos en sus cuatro áreas principales.
Inteligencia artificial de máquinas reactivas
Esta primera categoría de IA es su forma original y más básica; este tipo de inteligencia artificial puede reaccionar a solicitudes o entradas de usuarios, pero no puede utilizar conocimientos o experiencias anteriores para tomar nuevas decisiones. Aunque las máquinas reactivas son excelentes para realizar tareas específicas, tienen poco o ningún uso fuera de esa función determinada; no pueden realizar otras tareas ni usar nuevos datos para seguir mejorando. Siempre responderán de la misma forma a las solicitudes porque su base de datos es exactamente la misma.
Estos son algunos ejemplos de IA de máquinas reactivas:
Filtros de correo no deseado de la bandeja de entrada de correo electrónico
Recomendaciones en servicios de streaming
El jugador AlphaGo de Google
Inteligencia artificial de memoria limitada
Nuestra segunda categoría de inteligencia artificial está un escalón por encima de la primera; las herramientas de IA de memoria limitada tienen precisamente eso: una memoria limitada. Son capaces de almacenar y utilizar información de experiencias pasadas para aprender nuevas tareas, pero aún requieren que los datos estén preprogramados con un fin específico.
Puede analizar datos en tiempo real para hacer predicciones y sugerencias a los humanos y evolucionar en función de experiencias pasadas.
Estos son algunos ejemplos de inteligencia artificial de memoria limitada:
Chatbots
Coches autónomos
Teoría de la mente
La tercera categoría de IA, la teoría de la mente, aún no ha surgido, pero se está investigando y desarrollando activamente. Cuando se lance, tendrá una nueva capacidad que la diferencia de cualquier otra tecnología actual: comprenderá la naturaleza, los pensamientos y las emociones humanos para tomar decisiones correctas basadas en esa información.
Dado que este tipo de IA está en desarrollo y aún no existe, no podemos darte ningún ejemplo. Sin embargo, podemos afirmar que, cuando llegue a nuestro mundo y sea capaz de tomar decisiones similares a las humanas y reaccionar a lo que sucede a su alrededor, la tecnología habrá alcanzado un nivel completamente nuevo.
3Inteligencia artificial con autoconciencia
La última categoría de la inteligencia artificial también está lejos de volverse una realidad, pero es un área que transformará la tecnología y la vida humana radicalmente; la inteligencia artificial con autoconciencia será capaz de tener emociones y formar opiniones sobre sí misma sin depender de datos introducidos por el ser humano.
Aún queda un largo recorrido para materializar la inteligencia artificial con autoconciencia, pero los otros tres ejemplos son opciones tangibles que pueden transformar nuestra forma de pensar y trabajar.
El futuro de la IA es muy prometedor y estamos deseando ver todo lo que nos deparará en los próximos años. Si tú también lo estás, echa un vistazo a nuestros bootcamps y haz realidad todos tus sueños tecnológicos.