Adrián es un canario de 37 años afable, deportista, honesto y luchador. Es ingeniero técnico en diseño industrial y en él conviven dos facetas: la eminentemente creativa y la técnica y analítica, que le llevaron a elegir esta carrera a caballo entre las disciplinas artísticas y la ingeniería.
Después de su paso por el bootcamp de Desarrollo Web Full Time en remoto y después de haberse convertido en desarrollador fullstack, se considera muy afortunado por poder combinar ambas pasiones, el diseño creativo y la tecnología, para el desarrollo de productos y servicios digitales que respondan a necesidades de la sociedad. A menudo los roles de un extremo no suelen tener demasiado interés en las especificidades del otro, pero Adrian se siente orgulloso de poder aportar una visión amplia y concurrente.
Descríbenos cuál fue tu experiencia en Ironhack
Ironhack es una aventura exigente y enriquecedora a muchos niveles, personal y profesionalmente. Hacía algunos años que conocía la existencia del bootcamp y me había planteado la posibilidad de inscribirme, pero las obligaciones laborales me impedían desplazarme para realizarlo presencialmente a cualquiera de sus campus en la península.
La pandemia del coronavirus supuso un impasse para un proyecto en el que iba a emprender y, mientras realizaba una pequeña formación en Big Data, recuerdo pensar: “Quizás Ironhack también se ha puesto las pilas para ofertar una formación online”. Entré en la web, vi el banner del nuevo campus virtual y el resto, como suele decirse, es historia.
¿Tenías experiencia previa en código o en el mundo tecnológico?
Todos mis roles profesionales se han desarrollado en el ámbito tecnológico. Comencé mi actividad en el entorno de la investigación I+D+i, con el diseño y desarrollo de productos en todos los niveles: creativo, formal, CAD y fabricación. El prototipado rápido y el mecanizado CNC requerían de otro tipo de programación.
Ya desde ese entonces, estuve involucrado también en el diseño web y, poco a poco, los siguiente empleos me fueron alejando del diseño de producto físico para centrarme en el diseño y promoción del producto y servicio digital.
Había diseñado varias páginas webs con anterioridad, pero siempre haciendo uso de CMS y visual builders que me permitían generar opciones atractivas sin preocuparme del código. Consciente de mis limitaciones, que restringían mi espacio de confort a websites corporativos (quizás con alguna funcionalidad extra, a través de plugins) y alentado por mi parte más técnica, tenía la programación como asignatura pendiente.
¿Cómo ha cambiado tu vida después de hacer el bootcamp?
Ahora soy desarrollador full-stack en un puesto 100% remoto y, además de las especificidades propias del puesto, puedo aplicar mis conocimientos en diseño y jerarquización de la información en la estrategia del frontend y aportar en las acciones de la estrategia de marketing.
Siento que mi nueva profesión, en conjunción con el efecto catalizador que ha tenido la pandemia para la aceleración de la transformación digital y la adopción del teletrabajo, me han abierto un nuevo abanico de posibilidades en un mercado laboral globalizado. Ahora puedo acceder a esas ofertas sin tener que renunciar a las bondades y ventajas que ofrece la vida en Canarias.
Paradójicamente, estas mismas circunstancias también están provocando que empresas extranjeras y nómadas digitales están eligiendo las islas para establecerse y que las entidades del sector tecnológico canario estén operando en ese mercado global, así que las posibilidades locales también han aumentado
¿Qué proceso has seguido para encontrar trabajo en el sector tecnológico? ¿Podrías contarnos cómo fue el proceso de selección de tu puesto actual?
Para conseguir este último empleo como desarrollador, traté de aunar todos los conocimientos adquiridos en experiencias anteriores y los consejos y recursos que me brindó mi career coach en el bootcamp. Muchas gracias Miriam Mendez. Aunque me inscribí en varias ofertas, el networking y las presentaciones “a puerta fría” a través de LinkedIn me dieron el mejor resultado.
Durante el bootcamp trabajé duro en los proyectos, tratando de ir siempre un poco más allá de lo que se nos exigía y aprovechando las habilidades que ya traía en mi mochila profesional. Por ejemplo, para dotarlos de una carga de diseño y contenido gráfico importante.
En estas presentaciones frías incluía siempre una “llamada a la acción”, tratando de construir la oportunidad para propiciar una videollamada. Contrariamente a lo que se pudiera esperar, no fueron pocos los que se prestaron a ello (incluso sobre la marcha) y el aumento del interés solía ser notorio después de mostrar los proyectos, desde la seguridad y comodidad que te confiere haber trabajado concienzudamente en ellos.
Finalmente, tuve la suerte de encontrar empleo muy pronto en la empresa donde trabajo actualmente, siendo referenciado directamente por mi career coach al acudir a Ironhack en busca de candidatos para un proceso de selección.
¿Qué consejos darías para trabajar la marca personal en perfiles junior?
Sinceramente, hasta que cursé el bootcamp nunca había prestado demasiada atención a las redes sociales profesionales. El servicio de careerhack y las herramientas que ponen a tu disposición ofrecen consejos muy interesantes y rápidamente se perciben los efectos en LinkedIn.
Además de la correcta preparación de tu perfil destacaría, por experiencia propia y de otros compañeros, la preparación del portfolio y la participación en hackatones como acciones que pueden ayudarte a generar contenido para alimentarlo y promocionarte:
Escoge a dos o tres Ironhackers con los que mejor te complementes (saludos a los Coffee Code Warriors Mark San Juan e Ivan Urra), proponles participar y genera contenido en torno a la actividad. Si además consigues tener una participación destacada, seguro que llamarás la atención.
¿Cómo te preparó tu experiencia en Ironhack para tu carrera profesional y cuál es la ventaja competitiva que te ha brindado estudiar en Ironhack?
Además de formarte en un perfil y stack demandado, el ritmo de aprendizaje en el bootcamp te prepara para sentirte cómodo con el entorno profesional. Como desarrollador junior, es muy probable que en tu onboarding te entreguen, además del portátil, una maleta de tecnologías y metodologías nuevas para aplicar desde el minuto 0. Haber pasado por una situación similar te permite relativizar, ser autónomo y resolutivo.
Por otro lado, no se puede obviar el nombre y prestigio que ha adquirido Ironhack durante todos estos años y las experiencias positivas anteriores de las empresas en la contratación de otros Ironhackers, lo que facilita el acercamiento a estas entidades y sus reclutadores.
¿Tienes algún consejo para los estudiantes de Ironhack que buscan seguir una carrera en el mundo Tech?
Ironhack es solo el principio. Como todos sabemos, el mundo tech evoluciona muy rápidamente y las necesidades de hoy difieren de las del mañana. El bootcamp nos da unos cimientos sólidos para empezar, pero luego hay que seguir construyendo.
Algo que me ayudó a enfocar mis siguientes pasos y afrontar algunas entrevistas fue asistir a webinars al terminar, tanto de Ironhack como de terceros. Rápidamente empiezas a localizar otros conceptos y tecnologías que son una constante en todas y sobre las que conviene adquirir nociones.
¿Qué habilidades consideras que se necesitan para tener éxito en la industria de la tecnología?
Destacaría:
adaptabilidad y capacidad de cambio: para continuar desarrollándote y formándote en un entorno muy cambiante.
Creatividad: para ser capaz de innovar, encontrar y explotar nuevas soluciones, atraer y sorprender.
Integridad y honestidad: necesarias en cualquier sector, para construir relaciones sólidas y de confianza con tu equipo, que faciliten la construcción de sinergias positivas que impacten en el resultado de los proyectos.
¿Cuál es el mejor consejo profesional que te han dado?
Algunos de los mejores consejos los he recibido de mis padres, desde el seno familiar. Para esta ocasión que nos ocupa, por si alguien que nos está leyendo se estuviera planteando embarcarse en la aventura Ironhack, me gustaría compartir el que nos dio nuestro Program Manager Víctor M. Rodríguez en la presentación del curso:
“Aprovechen todo el tiempo del bootcamp porque vuela…Ironhack te devuelve aumentado todo lo que le entregues”.
Sin ser un consejo profesional per se, aplicarlo tendrá un impacto seguro en el futuro laboral de los próximos alumnos.
Si alguien estuviera considerando estudiar en Ironhack, ¿qué le dirías?
Ironhack supone un esfuerzo personal y, para qué esconderlo, un desembolso económico importante. Es lógico tener dudas, antes de inscribirme busqué muchas opiniones y traté de informarme a través de varias fuentes.
Mi opinión personal es que, si bien se podría acceder al conocimiento que se imparte por otros cursos o medios, Ironhack es un paquete de experiencia completa que te asegura: una formación desde 0, en un stack actualizado y demandado, respaldado por el nombre y know-how que acumula durante todos estos años, con recursos y seguimiento para tu promoción profesional y que ha forjado comunidad increíble que siempre está dispuesta a echarte una mano (muchas gracias a todos los antiguos Ironhackers que me atendieron y brindaron su ayuda a través de Slack o LinkedIn).
Por supuesto, como todo en la vida, hay maneras de afrontar un desafío: puedes tratar de cumplir “rascando solo la superficie”, o puedes poner “toda la carne en el asador” y tratar de obtener todo el beneficio / rédito posible. Si eres de estos últimos, te diré: Prepárate para afrontar 9 semanas de autoexigencia, de esfuerzo para asimilar la mayor cantidad de nuevos conceptos para tus hard-skills, de convivencia (física o virtual) y trabajo en equipo para poner en práctica tus soft-skills, de aprender a manejar frustraciones y disfrutar las superaciones. Sobre todo disfruta de la experiencia, de forjar nuevas amistades en el camino y del enriquecimiento personal.